viernes, 18 de noviembre de 2011

No es oro todo lo que reluce...


Y, por fin, llegó el día…el día en el que H&M ponía a la venta artículos diseñados por Versace a precios razonables…y programas el despertador temprano porque sabes las colas que se formarán, pero cuando suena remoloneas pensando si realmente merecerá la pena, pero coñe es un Versace!! Debe merecer la pena!!!
Entonces te levantas diciendo que ya vas tarde (una hora antes de que abran las tiendas seleccionadas, 5 en todo Madrid), te arreglas y te lanzas a la calle con un frío del carajo sabiendo que vas a tener que aguantar ese frío durante varias horas. Vas directa a la tienda que has elegido con la ilusión de pensar que tal vez no haya tanta gente, pero con la convicción de que no caerá esa breva.
Pero, entonces va y cae!!! Increíble!! Una cola bastante razonable por no decir incluso que ridícula!! Y toda feliz te ponen tu pulserita que te da derecho a entrar en la “zona acotada” (esto hay que leerlo de manera muy dramática) pensando voy a entrar, voy a entrar!!!
La primera desilusión viene cuando escuchas a una de las dependientas decir que en esa tienda no está toda la colección, que la colección completa está en otra tienda donde hay gente haciendo cola desde las 2 de la madrugada, pues no está mal!!. Pero justo entonces miras el escaparate y ahí están!! Las tres míseras cosas que vienes a buscar!! Genial!!! la alegría se convierte en nerviosismo por entrar cuanto antes. Pero como las malas noticias no vienen solas, te das cuenta que tu hora de entrada es a las 11.50 y “sólo” tienes que esperar una hora y cuarenta y cinco minutos. Cierto es que no tienes por qué esperar en la cola propiamente dicha, pero hay tan poca gente que piensas que te dejarán entrar antes de tiempo. Nueva desilusión, cada uno entra a su hora, punto, no hay discusión.
Empiezan a salir las primeras bolsas con lo que se intuye será un persona sujetándolas en algún sitio que no consigo ver, es increíble!! La gente sale con 4 y 5 bolsas gigantescas que supones están llenas de cosas obviamente.
Cuarta desilusión, a la hora y pico de estar allí esperando, sale una mujer echando pestes y empieza a decir que es una vergüenza, que ya no queda nada, que era del segundo turno y no hay nada. Y, aunque la escuchas y sabes que probablemente tendrá razón, te quedas allí esperando tu cola porque cada vez estás más cerca de tu objetivo. Pero la gente va saliendo cada vez con menos bolsas y hasta las chicas han dejado de repartir pulseritas porque no tiene sentido.
Dudas entre irte o no, pero después de haber esperado tanto como te vas a ir, asique esperas hasta que da tu hora y pasas al previo de la “zona acotada” y allí ves que lo que queda son unos leggins (demasiados feos hasta para las locas que allí había), unas sandalias para Bigfoot y unos cojines gigantescos, pero no me dejaron hacer fotos para documentarlo gráficamente. Además alucinas como el turno anterior está esperando a que llegue algo de probadores y en cuanto llega algo se tiran como rapiñas sobre ello, da igual lo que sea (excepto los leggins que nadie los quiere) o la talla que tenga (una chiquilla se llevó un vestido que por lo menos era 3 tallas más grande que ella…a ver, muchacha, para qué??!?!?), todo da igual, es un Versace y eso es suficiente. Pero aún así te esperas porque tienes la ínfima esperanza de que en probadores pueda estar algo de lo que tú quieres.
Obviamente no, no hay nada de lo que buscas y hace mucho tiempo que no está, asique tal y como entras vuelves a salir de la “zona acotada” y te vas para casa flipando en colores, pero con una decisión tomada…nunca más me volverán a ver  :P

Ursulinska.

2 comentarios:

  1. uy, esto me suena a mi que me lo contaras en directo, no? ainsss q dura es la vida de las fashion victims, Urs!

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  2. ohhhhhhhhhh
    mi pobre :(
    solo puedo decir una cosa: SE PASAN!!

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